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Recomendaciones para pacientes con CARDIOPATÍA ISQUÉMICA
Elaboradas por la Sección de Cardiología Clínica y Extrahospitalaria de la Sociedad Española de Cardiología
La cardiopatía isquémica o enfermedad coronaria es la principal causa de muerte en los países desarrollados. La mejor forma para prevenir esta enfermedad es controlar los factores de riesgo cardiovasculares como son el colesterol alto, la diabetes, el tabaquismo y la hipertensión arterial.
¿Qué es la cardiopatía isquémica?
Esta enfermedad se produce cuando se acumula colesterol, calcio y otras sustancias en las arterias coronarías del corazón. Como consecuencia se producen obstrucciones en estas arterias que se manifiestan como angina de pecho, infarto de miocardio o muerte súbita.
¿Cómo se puede evitar la cardiopatía isquémica?
Las medidas demostradas como eficaces incluyen la detección y el control de los principales factores de riesgo cardiovasculares:
- Control del colesterol
- Control de la hipertensión arterial
- Evitar el tabaco
- Control de la diabetes
- Evitar la vida sedentaria
- Evitar el sobrepeso
- Llevar una vida sana y tranquila (evitar el estrés).
Un aumento de colesterol supone un elevado riesgo de enfermedad coronaría. Existen varios tipos de colesterol, el colesterol total, el colesterol LDL, los triglicéridos y el colesterol HDL (el "colesterol bueno"). Se debe realizar un análisis de colesterol al menos una vez al año. Una dieta sin grasas y el ejercicio regular son la mejor forma de controlarlo.
En personas sin cardiopatía isquémica previa, el nivel de colesterol LDL recomendado es <130 mg/dl, y en pacientes con angina, infartos previos o diabetes es <100 mg/dl.
La hipertensión arterial también es uno de los principales factores de riesgo coronarios. En personas con cardiopatía isquémica, la presión arterial debe estar por debajo de 130 mmHg para la sistólica o máxima) y menos de 80 mmHg para la diastólica (o mínima).
En pacientes con diabetes se recomienda un estricto control de la glucosa, del peso, hacer ejercicio así como el control estricto de otros factores de riesgo asociados (hipertensión, colesterol, tabaco, etc.), al tener un riesgo muy alto de padecer problemas cornarios.
El tabaco multiplica el efecto de otros factores de riesgo para enfermedad coronaria. Es, además, el principal factor de riesgo modificable, por lo que su abandono es obligatorio en cualquier paciente que haya tenido una angina o infarto previo.
La obesidad y el sedentarismo se han mostrado como factores reconocidos de mortalidad cardiovascular. Es recomendable practicar al menos 30 minutos de ejercicio durante por lo menos 3 veces en semana para obtener cierta protección csardiovascular.
¿Qué debo hacer si tuve un infarto o una angina?
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Practique ejercicio físico de forma regular y mantenida.. Los más recomendados en general son: caminar, correr, pedalear en bicicleta y nadar.
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Siga una dieta rica en vegetales, legumbres, fruta, pescado, pollo, cereales y aceites vegetales, sobre todo el de oliva (dieta mediterránea típica).
- Modere el uso de la sal aunque no sea hipertenso. Si es usted obeso, pierda peso.
- Si no es hipertenso el consumo de alcohol moderado en forma de 1-2 vasos de vino tinto diario puede ser recomendado
- Evite las situaciones que puedan desencadenar angina, como el estrés, frío, comidas copiosas, realización de ejercicio tras las comidas o ejercicio intenso. No están contraindicadas la actividad física moderada ni las relaciones sexuales.
¿En qué circunstancias debo consultar urgentemente con un médico o servicio de urgencia?
- Dolor torácico de características similares a las que refiere habitualmente, que no ceda con reposo y nitratos sublinguales (pueden administrarse hasta 3-4 comprimidos separados cada 5 minutos).
- En el caso de presentar angina muy frecuentemente (episodios a diario, aunque sean de corta duración).
- En ocasiones, los dolores torácicos son diferentes a los previos, pero siempre que cumplan los criterios anteriores es mejor consultar.
